*Estudio socioecológico comparativo entre sistemas de producción convencional y ecológico en el olivar
El origen del olivo se pierde en la noche de los tiempos, coincidiendo y confundiéndose su expansión con las civilizaciones que se han desarrollado en la Cuenca del Mediterráneo y que durante largos periodos de tiempo han regido los destinos de la humanidad y han dejado su impronta en la cultura occidental (COI 2014).
España se sitúa en el primer lugar mundial en superficie y producción de aceite de oliva. La producción española representa aproximadamente el 60% de la producción de la UE y el 45% de la mundial. La superficie dedicada a este cultivo es de 2.584.564 ha. De ellas, tan solo 168.039 ha (6,5 %) son utilizadas para el cultivo de olivar ecológico (MAGRAMA 2012).
“El olivar no es un cultivo más, es el paisaje familiar, frecuente y extenso de la zona mediterránea. En muchas comarcas españolas y en otras muchas regiones mediterráneas, el olivar es el medio en el que se desenvuelve la vida de sus habitantes” (Pajarón 2007). Se trata de un cultivo con altas necesidades estacionales de mano de obra, que se estiman en 46 millones de jornales anuales (Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural, 2002). Pero su importancia no es sólo económica, ni social, ni cultural, también es ambiental, y el manejo que del cultivo se hace determina, además de su rentabilidad, las condiciones de vida y de trabajo de los pueblos que viven de él, así como la calidad ambiental de sus territorios.
A lo largo del curso 2014-15 nos planteamos realizar un estudio comparativo entre el cultivo convencional y ecológico del olivar a lo largo de todo el proceso productivo. Pretendemos desarrollar dos niveles de análisis: uno socioeconómico que incluye el análisis metabólico de los flujos de materia, energía, tiempo/trabajo y monetarios que implican ambas formas de cultivo del olivar dependiendo de sus procesos diferenciales de manejo y gestión del agroecosistema. Complementariamente queremos llevar a cabo un estudio socioecológico de las diferencias en los servicios de los ecosistemas que ambos métodos aportan al bienestar humano y la compatibilidad de cada manejo con la salud ecológica y la sostenibilidad del paisaje que construyen. Prestaremos especial atención a la percepción que los agricultores tienen sobre los beneficios que aportan sus cultivos para la subsistencia y el abastecimiento, las funciones de regulación ecológica que cumplen según sus modos de manejo, así como su sentimiento de pertenencia e identidad ligado al olivar y la puesta en práctica de conocimiento ecológico local y tradicional transmitido por las generaciones anteriores.
También recogeremos información sobre el papel que el asociacionismo puede jugar en la persistencia y mejora de ambos modelos y el papel que la mujer desempeña en todo el proceso productivo-reproductivo del socioecosistema olivarero.
Se han seleccionado dos zonas de estudio para llevar a cabo la comparación. Una en torno a los Navalmorales, en la provincia de Toledo, y tomando como referencia la empresa “Labranza Toledana”, de larga trayectoria en la producción ecológica de aceite de oliva de primera calidad y que forma parte del proyecto de consumo agroecológico de La Garbancita Ecológica. El otro enclave seleccionado es la Sierra de Segura Cazorla y Las Villas, en Jaén, donde la cooperativa “Sierra Génave” produce un aceite ecológico de reconocida calidad.
Los resultados del estudio se presentarán como Trabajo de Fin de Grado de Ciencias Ambientales de Raúl Garrido, dirigido por César López (profesor-investigador) y Federica Ravera (investigadora postdoc), integrantes del Laboratorio de Socioecosistemas de la Universidad Autónoma de Madrid, todos ellos a su vez consumidores de La Garbancita Ecológica. Posteriormente se pretende dar lugar a un proceso de publicación en revista internacional indexada. De todo ello os iremos dando cumplida información.